Estaba recordando la primera vez que nos vimos frente a frente, caminamos juntos, ese semblante en tu cara, toda la felicidad del mundo en un rostro lleno de tanta belleza, saber que has estado conmigo desde el principio, en mis peores días me hace recordar lo afortunado que soy, no merezco tanto, pero Dios me sorprendió demasiado contigo, eres uno de mis tesoros más preciados, amarte me hace feliz, hacerte reír me hace querer vivir, verte feliz es mi misión desde que abro los ojos en la mañana hasta que nos vamos a descansar.
Me siento dichoso de tenerte conmigo, el valor que le das a mi vida con solo estar conmigo es algo especial, la Biblia dice en Proverbios 12:4 “La mujer ejemplar es corona de su esposo”. En otras versiones dice que una mujer virtuosa como tu es algo tan precioso que viene a darle al hombre esa sensación de ser un rey, y así me siento contigo, eres un tesoro, eres mi corona acá en la tierra, te he cuidado desde el principio y tú has cuidado de mí.
Ver lo que hemos construido con el tiempo genera paz, esos años de trabajo en la obra del Señor, de quien nos llamó a servirle juntos, quien nos unió para su gloria, esos días llenos de lágrimas, llenos de sonrisas, llenos de esperanza, días en donde lo único que teníamos era fe, fe en que tú harías algo con nosotros, y tú eres para mí mi compañera de batalla, juntos logramos llegar hasta aquí, y juntos vamos a ir más lejos aún, Dios sigue trabajando con nosotros día tras día para usarnos, para prepararnos para su propósito.
Saber que tienes mi apellido a mí me hace tan feliz, saber que tengo a alguien a quien cuidar y que me cuide es tan bello, es extraño recordar aquellos años cuando estaba solo, cuando me rompieron el corazón, y me acordaba de orar por mi futura esposa, y veía lejos la posibilidad de un día formar mi familia, pero Dios me regaló eso, soy tan feliz, pero tan feliz de que estés a mi lado, te amo tanto, y te voy a cuidar siempre, mientras pueda respirar voy a cuidar de ti mi amada, mi consentida, mi reina (no de por sí mi apellido es de la realeza), yo sé que Dios nos está cuidando siempre.
Te quiero tanto, te amo tanto, sonríe que soy feliz al verte sonreír. Has sido mi ayuda y quiero bendecirte con todas las fuerzas de mi corazón.